Email de contacto
info@zugarramurdi.es
Beitikokarrika, 18, 31710 Zugarramurdi, Navarra, España
info@zugarramurdi.es
948 59 90 04
Muy cerquita de Francia, al norte del Valle de Baztan, entre paisajes verde-azulados, se sitúa Zugarramurdi, el famoso «Pueblo de las Brujas». Un paisaje conformado por bellos caserones, vacas pastando y el típico entramado urbano pirenaico perfectamente custodiado por la Iglesia de la Asunción. Se trata de un pueblo de lo más animado, con servicios y atractivos que bien merecen una visita por sí solos.
Pero si algo distingue a la localidad es la popular Cueva de Zugarramurdi; protagonista de leyendas sobre aquelarres y brujería y también de alguna que otra película, como Las Brujas de Zugarramurdi, de Álex de la Iglesia.
Cueva de Zugarramurdi
A tan solo 400 metros del pueblo, dando un agradable paseo por el bosque que la acoge, encontrarás el acceso a la gruta.
No esperes grandes estalactitas ni pinturas rupestres porque esta no es ese tipo de cueva.
Esta es una cueva que, según la leyenda, fue escenario de aquelarres donde cientos de personas adoraban al mismísimo diablo. Se necesitaba mucho espacio para celebrarlos, y eso es justamente lo que ofrece esta cueva. Grandes galerías excavadas por el transcurrir de las aguas del Orabidea a lo largo de los siglos. Por cierto, que la denominación en euskera del arroyo, Infernuko erreka, alude justamente al nacimiento de sus aguas, procedentes del infierno.
Sus dimensiones son impresionantes: un túnel natural de 120 metros de largo con alturas de hasta 12 metros y dos galerías elevadas. El sitio perfecto —amplio pero alejado de cualquier control— para dejarse llevar por el desenfreno pagano alrededor de una hoguera.
El mito de Zugarramurdi se consolidó en 1610, cuando el Tribunal de la Inquisición de Logroño investigó a 40 mujeres acusadas de brujería por sus vecinos. De ellas, 11 fueron condenadas a morir en la hoguera, y un panel con sus nombres las recuerda a la entrada de la cueva.
Cueva de Urdazubi/Urdax
Desde la Cueva de Zugarramurdi parte un sendero, el sendero de la Pottoka Azul, que discurre con placidez hasta otras cuevas la mar de interesantes. Nos referimos a las cuevas de Urdazubi/Urdax, pequeña localidad pirenaica de la que te hablaremos en un momento, y a las de Sara, ya en territorio francés.
Pero ahora nos centramos en las cuevas de Urdazubi/Urdax, que son lo que nos han traído hasta aquí.
La gracia de estas cuevas, y de aprovechar tu visita a la cueva de Zugarramurdi para verlas, es que son lo opuesto a la cueva de las brujas. Estas cuevas están cerradas y aquí sí que vas a encontrar un hermoso despliegue de estalactitas y estalagmitas formadas durante miles y miles de años.
Has de saber que esta cueva sirvió de refugio durante la Guerra de la Independencia y las contiendas carlistas y que aquí se escondieron contrabandistas y bandoleros. Y ojo, que tampoco le falta su halo de misterio. Y es que las leyendas locales cuentan que aún hoy es morada de las preciosas lamias, seres mitológicos mitad pez y mitad mujer.
La cueva de Ikaburu, que es como se llama la gruta, conforma uno de los yacimientos prehistóricos del paleolítico superior más importantes de Navarra. La visita se realiza con personas guías especializadas, quienes se aseguran de que todo se mantenga en perfectas condiciones. Además, puedes reponer fuerzas en su cafetería, improvisar un picnic en su merendero, o llevarte un bonito recuerdo de la tienda.
Añadir un comentario